Autor
Fecha de publicación
may-2003
Resumen
Una de las principales novedades del pilar 1 de Basilea II es que establece un nuevo enfoque para el cálculo de los requerimientos de capital regulatorio, permitiendo que las entidades utilicen metodologías internas de medición de riesgos. Para poder acceder a estas metodologías, las entidades deberán cumplir unos requisitos y obtener el visto bueno del supervisor, que tendrá que evaluar ese cumplimiento. Este artículo describe esos requisitos en el caso del enfoque IRB de medición del riesgo de crédito, comenta las dificultades que pueden existir para cumplirlos y mantiene que este enfoque no es necesariamente adecuado para todas las entidades. Además, discute algunos problemas, que surgen de la utilización de metodologías internas, y las soluciones en curso. El principal problema es que la evaluación del cumplimiento de los requisitos por parte de los supervisores de distintos países puede dar lugar a tratamientos distintos para entidades semejantes, desnivelando el terreno de juego competitivo. Esto es así porque existen elementos cualitativos en los repetidos requisitos y cierta discrecionalidad en su evaluación por parte del supervisor. Una solución a este problema es la convergencia de las prácticas supervisoras de los distintos países, que permita que, aunque no haya armonización total, se asegure una implantación similar y coherente del Nuevo Acuerdo.
Notas
Artículo de revista
Publicado en
Estabilidad Financiera / Banco de España, 4 (mayo 2003), p. 45-69
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