La Unión Europea y España frente a los nuevos desafíos globales

Abstract

En este contexto, la UE debería avanzar de manera decidida en distintos frentes. Serían deseables políticas estructurales que favorezcan la integración y la interconexión de los mercados europeos y que refuercen el mercado único. Relacionado con lo anterior, al margen de completar la Unión Bancaria, con la construcción de un sistema europeo de garantía de depósitos, resulta imprescindible avanzar en la Unión de los Mercados de Capitales. En materia de política fiscal, una vez aprobado el nuevo marco de gobernanza económica, resulta fundamental su implementación efectiva y rigurosa, tanto para reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas de los Estados Miembros como la propia credibilidad del proyecto europeo. Dadas las necesidades de inversión pública en ámbitos como la defensa, las infraestructuras energéticas, la transición ecológica o el apoyo a determinadas industrias consideradas estratégicas, sería importante introducir un instrumento de financiación común permanente, aplicando las lecciones extraídas del programa temporal NGEU. Una capacidad fiscal central podría implementar una orientación fiscal adecuada a nivel agregado para la UEM y, así, asegurar una coordinación óptima de la política monetaria y fiscal.