Cross-border banking on the two sides of the Atlantic : does it have an impact on bank crisis management?

Abstract

A pesar de los beneficios de la actividad bancaria transfronteriza para la economía real, los incentivos políticos para oponerse a su desarrollo han sido muy grandes tanto en Estados Unidos como en la UE. La existencia de una red de salvamento de carácter federal no es suficiente para incentivar la actividad bancaria transfronteriza, aunque las diferencias en el marco institucional están reflejadas en la forma en la que Estados Unidos y UE respondieron a la reciente crisis. En Estados Unidos, la respuesta fue coordinada, y el coste, soportado a nivel federal. Más aún, la FDIC pudo encontrar bancos que adquirieron bancos en crisis en otros Estados. En la UE, la crisis financiera fragmentó el mercado bancario y tuvo un coste insoportable para algunos Estados

In the US and the EU political incentives to oppose cross-border banking have been strong in spite of the measurable benefits to the real economy from breaking down geographic barriers. Even a federal level supervisor and safety net is not by itself sufficient to incentivizing crossborder banking although differences in the institutional set up are reflected in the way the two areas responded to the crisis. The US response was a coordinated response and the cost of resolving banks was borne at the national level. Moreover, the FDIC could market failed banks to other banks irrespective of state boundaries reducing the cost of the crisis to the US economy and the sovereign finances. In the EU, the crisis resulted in financial market fragmentation and unbearable costs to some sovereigns